Este ente internacional resolvió enviar una misión especial a la Argentina el 4 y 5 de mayo por el bloqueo que sufrió Clarín hace dos domingos. Cuándo fue fundada, quiénes la integran, qué intereses defienden.
La Sociedad Interamericana de Prensa está anonadada por la situación que vivió el Grupo Clarín cuando una parte de su edición dominical del pasado 27 de marzo no llegara a distribuirse principalmente por Capital y la provincia de Buenos Aires. Vendrán proximamente al país y anunciaron que reclamarán por la falta de libertad de prensa. Sin embargo un recorrido histórico servirá para analizar qué intereses defienden.
La entidad nació en La Habana en 1943 y recibió un fuerte apoyo de Estados Unidos. La SIP le servía al país del norte para intervenir en asuntos mediáticos en América Latina. Cabe destacar que uno de sus impulsores fue el dictador cubano Fulgencio Batista. Hasta 1950 las reuniones eran auspiciadas y financiadas por los gobiernos anfitriones.
La SIP es criticada por muchos gremios de comunicadores sociales del continente americano, ya que según éstos, la SIP sólo representa los intereses de los grandes grupos económicos propietarios de los medios informativos y no parece tener en sus manos la defensa de los periodistas. Además numerosos ejemplos detallan que está fuertemente relacionada con partidos políticos de derecha del hemisferio.
Los integrantes de SIP no son periodistas ya que en su mayoría son empresarios y dueños de acciones de los medios de comunicación que representan. Hay más de 1.300 diarios y revistas asociadas.
Algunos ejemplos de su accionar
Según publicó Tiempo Argentino, el 28 de noviembre de 1971, el diario chileno de derecha El Mercurio publicó una carta enviada por el entonces presidente de la SIP, el dominicano Germán Ornes, al presidente Salvador Allende. La misiva manifestaba la “preocupación” de “todo el periodismo continental” por el proyecto del gobierno socialista de estatizar la única fábrica de papel para diarios de Chile. Luego en un informe realizado por el Comité Church del Senado de los Estados Unidos se determinó que el dueño de El Mercurio y la CIA tenían vinculos económicos ya que esta le entregó un millón y medio para colaborar con la campaña de desestabilización del gobierno de la Unidad Popular.
Otro ejemplo podría ser Danilo Arbilla Frachia, integrante del Consejo Consultivo de la SIP. El empresario fue presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa y director del Centro de Difusión e Información de la Presidencia de Uruguay durante la dictadura cívico–militar de Juan María Bordaberry. Antes y después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973 se produjeron clausuras de medios, allanamientos de redacciones, y arrestos de periodistas. La SIP nunca habló al respecto ni manifestó preocupación.
Fuente Diario Registrado
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