OLA DE SUICIDIOS POR LA CRISIS
Las viudas blancas
Desde Roma
Desde que empezó la crisis económica en 2008, unas 25.000 pequeñas empresas han cerrado sus puertas en Italia y desde principios de este año, 32 personas se han suicidado porque habían perdido el trabajo o porque no podían pagar sus deudas siendo empresarios.
El jueves se produjo uno de los casos más alarmantes que por fortuna no terminó en desgracia. Un pequeño empresario de la provincia de Bergamo, Luigi Martinelli de 54 años, se atrincheró en la sede local de la Agencia de las Entradas (virtual AFIP) y secuestró a quince empleados. Armado hasta los dientes con fusil y pistolas, pedía ser escuchado por los periodistas para poder contar los detalles de su situación económica. Después de siete horas y de haber dejado en libertad a catorce personas, convencido por un mediador de lo carabineros, se entregó a las fuerzas del orden que los arrestaron acusándolo de secuestro. La Agencia de las Entradas dijo hoy que la deuda del secuestrador con el fisco oscilaba en torno de los 1000 euros, una cantidad que no justificaría su actitud y que, de ser cierta, hace pensar en un hombre asustado y desequilibrado por todo lo que está pasando.
“No me siento en condiciones de juzgar a una persona cuyo drama no conozco. Ciertamente ha recurrido a medios extremos y violentos que son condenables, pero veo en él un malestar social. A menudo la gente se siente sola frente a la instituciones”, comentó el ministro para la Cooperación y la Integración del gobierno de Mario Monti, Andrea Riccardi.
Las viudas blancas han generado un movimiento de solidaridad con gente proveniente de distintos sectores sociales. Elisabetta Bianchi, una de las organizadoras, no es viuda sino hija de un empresario vivo, pero dice reconocer en su padre cada día la preocupación por la crisis económica. “Pedimos que todas las instituciones de la ciudad donde se han producido suicidios coloquen una placa en su memoria calificándolos como ‘víctimas del fisco’. Porque eso ha sido, una masacre del Estado”, dijo.
Marrone contó además a los periodistas que las viudas publicarán un libro contando las dramáticas historias de cada una de ellas y que el dinero que se reúna estará destinado a ayudarlas. Dijo asimismo que será creada la fundación Casa de Giuseppe Campaniello para dar apoyo psicológico y moral a las personas con dificultades económicas. La manifestación terminó frente a la Agencia de las Entradas, precisamente donde Campaniello se prendió fuego y donde su esposa depositó ayer un ramo de flores.
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